martes, 16 de septiembre de 2014

Arturo Pozzali: “El kirchnerismo profundizó las leyes educativas del menemismo”

Por Fernando Mosquera

Villas se juntó con el titular de la Federación Universitaria Argentina (FUA) para conocer la opinión de esta entidad sobre el estado actual de la educación y cómo se encuentra la formación superior, entre otros temas.


—El gobierno ha creado universidades nuevas e invierte mucho dinero en educación ¿Cuál es la realidad de la misma según la visión de la Federación Universitaria Argentina?
—Tenemos sobradas muestras de que la política de educación, tanto del Gobierno Nacional, como de su similar en la Ciudad de Buenos Aires, es meramente “marketinera”. Es cierto que el kirchnerísmo aumentó el porcentaje de Producto Bruto Interno (PBI) destinado a educación del 3% al 6%. Lo que no dicen es que esa suba se va en aumentos lógicos de sueldo por la inflación y en mantener la infraestructura ya definida. Por su parte, el Gobierno de la Ciudad plantea un programa para terminar el secundario de forma rápida, pero otorgando un título que no tiene validez. Eso forma parte solamente de una campaña presidencial. El Gobierno Nacional no ha hecho nada por mejorar la calidad educativa. No solo eso, sino que profundizó las leyes del menemismo. Profundizó la descentralización pero sin el traspaso de fondos y no modificó en nada las reglas impuestas por el Consenso de Washington, ejecutadas por el Partido Justicialista en los años 90. El último gobierno que trató de discutir la educación en forma global fue el de Alfonsín, con el Congreso Pedagógico. De allí en adelante no se debatió más y se resolvió que este tema solo pasa por un tema económico. Aunque se muestren en las antípodas, para el kirchnerismo y el macrismo la idea -en este tema- es la misma: pegar afiches, dar plata y entregar títulos sin importar a quién formamos y para qué.
—¿Qué harían para mejorarla?
—Desde la FUA, en esta gestión, vamos a intentar instalar que la educación es un todo, no solo las universidades. Queremos armar un programa en donde convoquemos a todos los actores políticos, sindicatos y estudiantes de todos los niveles educativos para sentar bases. La formación docente es fundamental, ya que la calidad de formación con la que salgan los chicos depende mucho de ello. Y cuando hablo de educación también me refiero a que se le enseñe a alguien a ser ciudadano –que también es clave para convivir en una sociedad democrática-.
—¿Qué opinás del plan “Progresar”?
—Me parece que no resuelve el problema de fondo. El chico que va a la escuela o a la universidad tiene que sentir que terminar la secundaria o tener un título universitario es importante por el hecho de estar formados. Ese debe ser el incentivo, no si le pagan dinero. Por eso, insisto, en Argentina se debe dar una discusión profunda entre todos los actores sobre qué educación queremos.
—¿Cómo ves el nuevo instituto de evaluación creado por el Gobierno de la Ciudad?
—Me parece que evaluar es bueno, pero primero se debe pensar en tener un proyecto de educación, cosa que el macrismo no tiene. Además de comprender que los contextos en los que se dictan clases no son siempre los mismos. Si no se convierte en un filtro para echar o mantener docentes, lo cual sería muy malo.
—¿Cómo están puntualmente las universidades nacionales?
—Creo que están bien, pero aún falta que se adapten a estos tiempos. Por ejemplo: carreras como hotelería y turismo  son muy importantes hoy en día ya que ese rubro ha crecido mucho en nuestro país.  Las universidades nacionales deberían ponerse a tono en ese aspecto ya que, en muchas, ese tipo de cursos no existe. Por eso es bueno que las que fueron creadas por el este gobierno dicten ese tipo de carreras, aunque bien sabemos que también han sido construidas por favores políticos -además de una necesidad demográfica-. No por nada todas están en el conurbano bonaerense. Por otra parte queremos que se derogue la ley de educación superior porque atenta contra la autonomía universitaria, al igual que el sistema de evaluación -que es la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau)- , porque, entre otras cosas, iguala a la educación pública con la privada. Las universidades aranceladas no tendrían que tener voz en una regulación y evaluación estatal, que debe haberla, pero no de este modo.
—¿Cuáles son los desafíos próximos para la FUA y para vos como reciente presidente de la misma?
—Queremos crear una agenda educativa que sea prioritaria en los candidatos a presidente que habrá el año que viene con los lineamientos que venimos desarrollando; derogar la ley de educación superior y cambiarla, sostener la educación pública, gratuita y laica y discutir de cuál es el rol del sistema en general. Nuestra idea es convocar a distintos actores universitarios para poder discutirlo a nivel nacional y desde la FUA generar distintos proyectos para colaborar con la mejora de la educación pública, que es la base para un país próspero.

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