jueves, 10 de enero de 2019

2019, el año de las decisiones

Cuántas veces caímos, cuántas veces nos levantamos. Pero, por Dios, cuando dejaremos de caer y despegamos del suelo para levantar vuelo. Eso del país adolescente ya caducó hace mucho. EE. UU, declaró su independencia en 1776. Son nada más que cuarenta años. Dejamos de ser un país joven. Venimos postergando el crecimiento.



Las elecciones se vienen encima, ya estamos muy cerquita. El 22 de junio vence el plazo para la presentación de las listas para los precandidatos a las primarias. El 11 de agosto se realizarán las PASO. Quiere decir que se deben definir y confirmar los postulantes a participar de este turno electoral. Todavía estamos en veremos. Se especula todo el tiempo. No hay líderes de la dimensión de Alfonsin, Frondizi, Illia, Perón, Menem, Irigoyen, etc. Ni siquiera rivales como Balbin o Palacios. Como en el futbol, se añoran los que no están. Se supone que jugaban mejor. También todos ellos, cometieron errores y son responsables de nuestras carencias como república y como sociedad. El pasado fue, mal o bien, pasó. Incluimos en esa instancia, al modelo kirchnerista que seguirá, todavía, siendo protagonista de estas elecciones. Nos referimos a este espacio como parte del pasado porque las proclamas actuales confirman la falta de autocrítica. Aún permanecen allí, como si el tiempo no hubiera transcurrido. No aceptan que después de doce años, su balance quedó en deuda con la sociedad a pesar de haber comenzado su ciclo con una esperanzada oportunidad para la sociedad. Dejaron como herencia a un pobre por cada tres argentinos, el desabastecimiento energético y otros temas que no vale ahora enunciar. Como la corrupción. De la cual nos enteramos ahora, no solamente por los que los acusan, sino por aquellos que integraban sus filas. Tampoco sirve el hecho de que los que siguieron después, no alcanzaron a transformar los desaguisados para ordenarlos. No es la solución que busca el pueblo argentino la de volver a lo anterior porque ya lo habían desechado. No es un paso adelante y dos atrás. Insistir con profundizar la revolución con los jueces populares, la lucha contra los medios hegemónicos, y contra todos los que no piensen como ellos; es ignorar que los tiempos han superados esas consignas. De este estado de retroceso del país no se sale con enfrentamientos. Es necesario llegar a los acuerdos de proyectar políticas económicas y llevarlas a cabo entre todos. Codo a codo, como hermanos. Las doctrinas de Lacau, Mosca o Zaffaroni no son inclusivas. Nos llevan a la contienda, a eliminar al otro. La Argentina es una tierra de paz. Queremos ir para adelante todos, los unos y los otros. Optaron por ese camino y es su decisión, solo les interesa llegar al poder, por el poder mismo. La Argentina y los argentinos necesitamos crecer en el desarrollo sustentable y sostenido para que alcancemos la madurez como Nación y sociedad. Terminar de una vez por todas la inflación, llegar a la estabilidad con salarios dignos, sin sobresaltos. La generación de trabajos de acuerdo a los miles de años de vida que ostenta el planeta tierra. Del cual somos parte y nos debemos integrar y funcionar a la par del resto de las naciones que alcanzaron el estado de bienestar para su población y sus territorios. El oficialismo, a pesar de los errores forzado o no, todavía tiene un resto, no mucho. Si tiene la suerte, remota, pero todavía latente, de parar la recesión y empezar a revertir las variables que en el último año se fueron al demonio, podría seguir sostenido por un electorado que lo sentó en la Casa Rosada para interpretar el tan deseado cambio. Dado lo corto de un solo período y a pesar de que, en pocos temas se alcanzó a mejorar la situación. Tendría una pequeña posibilidad. En la medida de que el tercer sector de esta novela, el peronismo como Alternativa Federal, o racional, se ponga los pantalones largos y arme una plataforma que resulte equidistante entre los dos candidatos de la polarización. Sería una manera de ir dejando atrás la grieta que nos separa y que haya llegado el momento de acordar, consensuar, que es lo que necesitamos para crecer. No hay otra alternativa. Para reorganizar a este país hace falta que todos los espacios se comprometan en algunos temas cuya resolución es común a todos los que ansían el bien de la sociedad y no solamente el interés propio. Se lanzó Urtubey como candidato, resulta un soplo de aparente aire puro, escuchar sus palabras donde no busca divisiones sino llegar a logar la participación de todos para llevar adelante a esta Nación. En medio de tanto bombardeo de los dos polarizados aparece como una renovación. Claro también hay que considera que es lo que políticamente debería decir para ganar seguidores. En ese mismo espacio Massa dijo:”Quiero ser presidente o ayudar a construir una nueva mayoría para derrotar a Macri”. Parece decir que ayudaría, si fuera necesario a Cristina, de la cual se alejó y le ganó una elección. Idas y vueltas que no se entienden. No se puede volver al pasado, ese partido se jugó y se perdió vamos por lo que nunca hicimos. Jugar para el país. Entiéndalo. No es llegar al sillón, el tema es sacar al país adelante. El que llegue y no lo logre, perdió. Cristina ya lo hizo. A Macri le queda jugar el alargue. Pero va perdiendo. Cambiemos de técnico y de jugadores. Estamos en la B.

Litio, de Argentina para el mundo


El litio es un mineral que tiene una proyección a futuro inmejorable. Se lo utiliza en las baterías, cada vez más usadas en los elementos tecnológicos de última generación. En los acumuladores de los autos eléctricos. También en medicamentos, vidrio y arcillas. Se producen, en la actualidad, 40 mil toneladas anuales y se puede triplicar esa cantidad en poco tiempo.


Nuestro país cuenta con reservas muy significativas. Estamos en condiciones de convertirnos en uno de los mayores exportadores del mundo de este producto. Lo cual generaría ingresos de muchos millones de dólares.  Argentina, junto a Chile y Bolivia son parte del llamado “triángulo del litio”, la denominación está originada en la región que tiene las reservas del 70% de ese mineral en el mundo. Está situada en la altura de la Puna de Atacama y comprende a los salares de: El Hombre Muerto (Argentina), Uyuni (Bolivia) y Atacama (Chile). La producción mundial del litio es de 192 mil toneladas. Australia es el principal proveedor con un 40% del total. Chile, lo sigue con el 33%. Después Argentina, con el 16%. Es un negocio en estado de desarrollo, se calcula, de unos l2 mil millones de dólares en el mundo. De los cuales Argentina participa con 300 millones. Pero la proyección indica. Que para el 2025 alcanzará los 7700 millones de dólares por el consumo de 700 mil toneladas de litio. Actualmente en nuestro país existen dos saleras en actividad. En Catamarca, El Hombre Muerto, de la empresa FMC, que extrae 22.500 toneladas. En Jujuy, Olaroz, de Sales de Jujuy, con 17.500 toneladas. Hay dos proyectos en desarrollo; Cachuri de Minera Exar, en Jujuy y Salar del Rincón, de Energy, en Salta. Además, en períodos de definición, existen siete más. Esos son Antofalla, Tres Quebradas y Sal de vida, en Catamarca y Centenario, Gallego Proyect, Mariana 1,2 y3, Salar de ratones y Pozuelos en Salta. Realmente existen unas posibilidades enormes a futuro con la extracción de este mineral. Las demandas de consumo de aquí al futuro son inmensas. Contamos con unas reservas que nos colocan en los primeros lugares para proveer el producto. En estas circunstancias se plantea la discusión sobre la modalidad de encarar el negocio. Porque si bien el valor del mineral, como producto primario, aumentará a precios muy importantes, como está previsto en las proyecciones sobre el incremento del uso en la medida que se profundice el desarrollo de los autos eléctricos, que está en vías de despegue. Se calcula que desde ahora hasta el 2025, los autos impulsados por motores eléctricos irán reemplazando a los alimentados por derivados de petróleo como combustible. Serán muchos millones de autos que se fabricarán con esta tecnología. Lo cual significará una demanda fenomenal del lito para la provisión de las baterías como partes imprescindibles de esos automóviles. Desde el 2015 a la fecha, se duplicó el valor del mineral, de 3400 dólares por tonelada a 6800 dólares por aumento de la demanda. Se supone que cuando, se incremente, todavía mucho más, el valor se multiplicará en la misma proporción. Entonces comienza a debatirse el tema de que es lo que puede generar, para Argentina, la explotación de un producto tan requerido como este, con tanto futuro en su comercialización y la alta capacidad de nuestras reservas. Si se lo toma como cualquier otro mineral, dejan muy exiguo porcentaje del valor de sus extracciones. Alrededor del 3,5% es el valor en la boca de mina más impuestos e ingresos brutos. La necesidad del mercado le otorga otro valor por la utilización. Tiene un gran contenido estratégico que debería repercutir en el encasillamiento del litio en cuanto a la propiedad de los yacimientos y la generación de la actividad como renta considerando su incidencia en la demanda energética del presente y del futuro cercano, con el desarrollo de fuentes energéticas renovables y no contaminantes. Hay otro punto que demanda el debate. Es cierto que, como dice el Secretario de Minería de la Nación, Daniel Meilan “No se puede pretender que ahora se ponga en consideración la posibilidad de instalar fábricas de baterías, cuando es una actividad que recién se inicia.
Para llegar a esa instancia, a otros pases, les ha llevado muchos años”. Las razones se basan en la división de trabajos a nivel global. Además, la fabricación de las baterías tiene un costo muy alto que se reduce por las escalas y las tecnologías que se manejan. Una planta dedicada a estos fines en China, EE.UU. o Europa está en condiciones de producir enormes cantidades de unidades. Competir a ese nivel, demandaría inversiones e infraestructura lejos de nuestro alcance en estos momentos. Chile exporta todo lo que extrae. Bolivia ha decidido tomar por el camino de sumar le al negocio valor agregado, su gobierno u proyecto aprobado por sus legisladores para encarar la industrialización del litio, con una inversión de diversas empresas internacionales de 900 millones de dólares. En un quinquenio, la venta de materiales catódicos y baterías produciría un ingreso anual de 1.500 millones de dólares, que equipararía al total de la explotación minera del conjunto de los sectores. Son datos para tomar en cuenta. Amerita un debate y análisis técnico sobre el rumbo a seguir. Es indudable que esta es otra de las fortalezas para contribuir a la grandeza de Argentina. Producir más de lo que se gasta es la manera. El litio es otra excelente oportunidad.


viernes, 4 de enero de 2019

Vaca Muerta, una apuesta cerca de la realidad


Por Francisco Grillo

Es quizás, una de las mejores oportunidades de Argentina. El sector que promete convertirse en uno de los mayores recursos para la construcción del nuevo país posible. La dimensión de la riqueza del yacimiento de hidrocarburos de Vaca Muerta es una verdadera fortaleza.




No es descabellada la idea de ir presentando, uno a uno, los sectores productivos que pueden generar los ingresos genuinos para desandar todo lo mal andado y emprender el crecimiento y desarrollo sustentable de un territorio como este. “Bendecido por Dios”, más que bien aplicada esta frase con que Jorge Ben Jor describía a su “País tropical”. Argentina no es Brasil. Porque no es tropical, no tiene la extensión de su geografía y su mercado demográfico, ni su impronta ejecutiva y actitud. Pero nadie duda que, en el reparto de bienes, Dios o la naturaleza, privilegiaron estas tierras. Brasil, con todos sus problemas, puede mostrar cifras económicas, productivas y comerciales que lo colocan en posición de competitividad en las grandes ligas de las naciones. Nos desviamos por un instante de Vaca Muerta para una breve descripción del país hermano. Así podemos apreciar cuanto nos alejamos de su realidad y como cambiar la actitud para acercarnos. Es la sexta economía a nivel mundial por el PBI, según datos de la OEA. La mayor de América Latina y la segunda de América. La inflación es del 2,9%. El dólar está a 3.71 reales. Las exportaciones son de 190.000 millones de dólares. Importa por 171.000 millones. Los productos que se venden al exterior están compuestos por una parte de su sector agrícola y ganadero, pero fundamentalmente por una enorme cantidad de manufactura industrial y de alta tecnología como automóviles, armas, aviones, barcos, plataformas submarinas para extraer petróleo, etc. Una población de 210 millones de personas y una fuerza laboral de 108 millones. En la cantidad y calidad de sus exportaciones podemos comprender nuestras diferencias. Hay un alto valor agregado en sus ventas al exterior, A diferencia nuestra que vendemos mayormente productos primarios, salvo reducidas excepciones. Cuantos fueron y son nuestros errores en la administración y planificación de una nación que está para más. Parecido, aunque lejos de la dimensión de Brasil, estamos para entrar a jugar en esas ligas, porque podemos multiplicar nuestros ingresos simplemente explotando nuestras riquezas en forma racional e inteligente. Eso es lo que nos falta, racionalidad e inteligencia. Además, a los brasileros los distingue su actitud positiva para lograr lo que se proponen. Debemos convencernos que, llegar a esas metas, está a nuestro alcance. Solo es necesaria la voluntad de  hacerlo.                  
Vaca Muerta es un claro ejemplo de lo que sería posible. Con una superficie de 30 mil km2, es la mayor formación sedimentaria de shale gas y shale oil de nuestro país, el segundo a nivel mundial para gas no convencional y el cuarto en el mundo, de petróleo no convencional. Ubicado en el Sudeste, en la Cuenca Neuquina. Las investigaciones han demostrado que, en este lugar hay reservas por 16,2 millones de barriles de petróleo y 308 TCF de gas. Esto significa, ni más ni menos, multiplicar por diez las reservas de Argentina por esos conceptos. Es un gran desafío que se está llevando adelante y que significa, además del alto rendimiento económico, una generación de empleo para 500.00 personas de acá al 2025. Ya comienza a dar sus frutos y convertirse en realidad. Con las inversiones realizadas en los últimos 2 años se ha conseguido un excedente en la producción de gas que nos permitió volver a exportar, luego de la carencia en que estábamos sumidos antes de profundizar el proyecto. Eran épocas que se compraban cargamentos de gas que se transportaban en barcos desde el exterior por precios muy elevados. Dejamos de importar, nos autoabastecemos y comenzamos a exportar Es el inicio del desarrollo energético que colocará a la Argentina entre los principales productores de estos recursos del subsuelo. No hay dudas, este es el camino, hay que seguir estos primeros pasos para ser una Argentina adulta, productiva y que aprovecha sus recursos sesudamente. También el modelo de este proyecto es una prueba de lo que puede la Argentina cuando se lleva adelante una política de Estado con un objetivo definido y el gobierno siguiente mantiene lo realizado por el anterior y lo continúa, profundizándolo. Eso es jugar para él país. Las primeras inversiones para la explotación de Vaca Muerta llegaron   en el año 2013, con el acuerdo entre YPF - con Galuccio como CEO - y Chevron, con un aporte de 1240 millones de dólares por cada una de las empresas, para comenzar los trabajos de exploración. De allí en más se fue avanzando. En los últimos dos años los inversores intensificaron su interés y se concretaron varios acuerdos importantes. Hoy, 30 empresas operan en el lugar - Total y Schulumberger, Pan American Energy, Shell, Pluspetrol, Tecpetrol, Pampa, Exxon, YPF - entre otros, llevan invertidos alrededor de 8.500 millones de dólares.  La actividad va creciendo y tiene impacto directo en Añelo, una localidad de 2.250 habitantes a 7 km de Vaca Muerta y a 100 km de la capital de la provincia. La explotación de Vaca Muerta va modificando el status de este pueblo que crece velozmente y va transformando su modus vivendi por la multiplicación de su población impulsado por el mega emprendimiento. Necesitará de la estructura adecuada para convertirse en receptor de esa cantidad de nuevos habitantes y demandará nuevas viviendas, hoteles, restaurantes, consumo en general, esparcimiento, escuelas y hospitales. La infraestructura del transporte con más rutas, micros, camiones y aviones. También impacta en la provincia de Buenos Aires por la utilización del puerto de Bahía Blanca para la salida del petróleo y el gas. Está proyectado adecuarlo a las nuevas necesidades con una inversión de 1200 millones de dólares. El transporte desde Añelo a Bahia Blanca será realizado por “El Tren Norpatagónico”, con una inversión de 750 millones de dólares.  Vaca muerta, ya está rindiendo sus frutos y la proyección nos brindará miles de millones de dólares para sostener nuestro desarrollo. Las fortalezas construyen nuestro futuro.




Macri, el mérito de lograr el cambio o la transición hacia él

Por Francisco Grillo

Con la copa en la mano del último brindis por el nuevo año, en medios de los deseos de un año mejor, vamos repasando lo que pasó en el 2018 y nos encontramos con la incertidumbre sobre qué ocurrirá en el 2019, que se inicia con su impronta de año electoral.




Eso es, de cara al futuro, la necesidad de realizar un análisis de lo actuado hasta ahora por la actual administración de gobierno personalizada en Maurlcio Macri y su equipo de gobierno. El balance de lo actuado, como expresara el amigo Cobos con la 125: “No fue positivo”. El voto de la gente no resultó equivocado. En el 2015, el modelo anterior, con tinte populista, se había agotado. Doce años, conforman tres períodos consecutivos en el poder. Es difícil, en el mejor de los casos, si todo hubiera resultado bien, que el poder no se devore a sus impulsores. Es imposible evitar el desgaste que produce su ejercicio. Tampoco, los interpretes de esa administración fueron un ejemplo para imitar. El mejor de los tres mandatos fue el primero, a cargo de Néstor. Después, Cristina fue de mayor a menor incluyendo el impacto a favor que le causó la muerte de su esposo. Ante este escenario, por muy estrecho margen, la sociedad eligió el camino del cambio. Acertó en el candidato, porque era el más indicado para representarlos en ese sentido. Elaborar un pensamiento para determinar cuál fue el resultado de esta gestión es sumamente dificultosa. En medio de los deseos de feliz y próspero año nuevo, los anuncios de aumentos del transporte (40%), Electricidad (43%), Gas (35%), Agua corriente y cloacas; no tienen mucho de buenos augurios. La idea es concentrar la suba de las tarifas en el primer cuatrimestre para alejarlas de los tiempos electorales. Con la mejor buena voluntad para comprender las decisiones de la política y de la economía, no cabe otra posibilidad de imaginar que esta administración está muy jugada y con poco margen para revertir la situación de la economía. No tienen otra alternativa que, en algún momento, aunque sea algo difícil de predecir de acuerdo a los actuales parámetros, la economía de un vuelco y se estabilice como para impactar en la opinión de la gente y les renueve los votos para proseguir el camino del cambio y del crecimiento que es para lo que fue elegido este gobierno. No hay mucho tiempo, una luz de esperanza siempre queda. Es cierto que el tiempo de gestión es muy corto para emprender la reestructuración de un modelo de país que lleva varias décadas de desatinos. Quizás merezcan la posibilidad de una nueva oportunidad para demostrar si pueden o no convertirse en los ejecutores de la transformación. De no alcanzar esa dimensión, en el corto tiempo que queda para las elecciones, esta administración quedará en la historia como la que realizó el trabajo sucio del ajuste. Como ocurrió durante el gobierno de Eduardo Duhalde (2002-2003) con su ministro Remes Lenicov que fue el que se quedó con los palos del trabajo sucio y le pasó el timón de la economía a Roberto Lavagna que asumió sobre el final del mandato de Duhalde y siguió como legado de éste al presidente Kirchner. Fue en ese período donde pudo visualizarse la salida de aquellos momentos de zozobra y que permitieron ir revirtiendo todas las variables de la economía. Tampoco en ese momento se aprendió la lección porque después de irse Lavagna volvió a torcerse el rumbo virtuoso. Para este gobierno quedan dos alternativas: El mérito de lograr el cambio o la transición hacia él. Está en sus manos alcanzar cualquiera de las dos opciones. La sociedad será la que juzgue y premie o castigue. De no ser Macri el transformador, las alternativas que quedan están representadas por Cristina, lo cual dejará de ser un cambio sino la continuidad de todos los fracasos que cerraron su último período. La otra deberá nacer de la concertación del peronismo federal, racional o como se lo llame. Están jugando con la posibilidad de candidatear a Lavagna para asociarlo con aquella función positiva que ejerció en los finales de Duhalde y en los primeros años de Kirchner. Todo puede ser. Lo importante es lo que decida el pueblo. El dueño de los votos y del poder.