Por Emilia Medina
Algunas
comparaciones simples para comprender como funciona el cuerpo humano y mantener
una vida saludable y longeva. Tenemos una máquina que nos va a acompañar toda
la vida, tratémosla bien.
Podemos comparar el cuerpo humano con elementos de
la vida cotidiana. Los tendones con elásticos. Las articulaciones con bisagras.
Las venas y arterias con mangueras. El abdomen con el tanque de nafta. El
sistema nervioso central con las conexiones electrónicas de un automóvil.
Los sistemas funcionan como llevando el ritmo de un
tic tac, ya programado por la propia naturaleza, como la del funcionamiento del
auto que mueve cada engranaje para mover las ruedas y andar. Cuando encendés el
motor del auto y salís a velocidad se daña igual que nosotros. Está frío. Nuestra
columna eje central nace flexible como un pasto tierno, pero la falta de
movimientos circulares, suaves y continuos, la falta de oxigenación, las toxinas
que se acumulan, hace que se vaya endureciendo, soldando...mas las tensiones de
la vida diaria y el dejarse presionar por ellas. Podemos decir que el abdomen
es como un tanque de combustible, desde allí con el bombeo que hacen los
músculos abdominales impulsan con el aire la sangre al corazón, quien a su vez,
la manda oxigenada a todo el cuerpo por esas mangueras, las arterias. El ritmo
de ese bombeo lo marca la respiración, si es larga, finita natural, profunda,
(la respiración) el corazón trabaja armoniosamente, sin sobresaltos,
manteniendo la presión sanguínea normal. Y el impulso hace llegar ese alimento
a todo el cuerpo, desde el cuero cabelludo a los meñiques de los pies. Sin arritmias, sin asma. Sereno, no sobra ni
falta. En equilibrio. Entra y sale
oxigenando el cuerpo entero, sin sobresaltos.
Si al auto lo aceleras, lo frenas, siempre en forma
brusca, se gasta mas combustible, y se deteriora acortando su duración.
Hablaremos de los tendones, tejidos duros, arterias,
venas, fascias, piel. Para mantenerlos se los debe:
1-
Lubricar: alimentar adecuadamente
2-
Tonificar: ejercicios adecuados
3-
Mantenerlos en buen estado, masajeando.
Son los responsables de mantener parado el cuerpo,
de sostener los huesos para que cumplan las funciones de cada uno: resguardar y
sostener los órganos en su lugar, las
articulaciones para que no se deformen o se muevan en otro sentido que no sea
el que está programado, de llevar la sangre o la linfa por venas y arterias, de
proteger las fibras musculares, los órganos y los huesos.
1-Lubricar: La
alimentación vegetal, legumbres, semillas de sésamo, girasol, zapallo, chia, nueces,
almendras, aceitunas, aceites de oliva, coco, chía, sésamo, lino, sílice, en
cola de caballo (hierba para infusiones), germen de trigo, avena, las lubrican
y mantienen fuertes.
2-Tonificar: Se
cree que forzando con pesos desmedidos se los fortalece más, es un error. Se
los daña deformando sus fibras, como si se hubiera cortajeado con una tijera
sin filo. El propio cuerpo ya es suficiente peso para mantener en posturas
estáticas o bajas. Sin necesidad de sumar peso. Cuando la masa muscular y /o
tendones se lastima con excesos se estropea y queda dañado.
¿Cuáles son estas lesiones? ¿Qué consecuencias nos pueden traer una
lesión en tendones, músculos y las contracturas?
Ejemplo: contracturas y dolores en el
cuello, vértebras cervicales, nuca, omóplatos, hombros, brazos, costado de
piernas, de nalgas, de rodillas, juanetes, dedo martillo. Cuando el tendón se
daña y se inflama se la llama contractura, tendinitis.
Se puede dañar por diversos factores: postural,
nervioso, por haber hecho movimiento brusco, en frío, falta de movimiento y
flexibilidad, timidez, por alimentación inadecuada y no evacuar
diariamente y adecuadamente los intestinos, por haber realizado
ejercicios sobre esa parte del cuerpo y no se pre-calentó y elongó al finalizar,
el tiempo necesario, por acumulación de sedimentos que sueldan las
articulaciones y lastiman rozando el tendón con bordes filosos.., por tener
problemas en la vejiga o riñones, ya que pasa el meridiano de vejiga y de
intestino delgado por allí.
