lunes, 17 de noviembre de 2014

“Después de mí, el diluvio”

Por Francisco Grillo

“Après moi, le déluge” (“Después de mí, el diluvio”), la famosa frase atribuida a Luis XV (1710-1774), rey de Francia, significaba la generación de temores a los súbditos, anunciando que, sin él, lo que seguiría sería apocalíptico. El diluvio llegó luego de un período de reinado del inepto Luis XVI, de la mano de las fuerzas populares que generaron la Revolución Francesa. Es muy posible que de los miedos despierte al pueblo argentino y nos decidamos a madurar con cambios renovadores verdaderos.



Pareciera que en nuestra Argentina, lejos de las monarquías, en plena democracia, la actitud en la transición al cambio de ciclo de gobiernofuera representada en un pensamiento similar:“Después de mí, el diluvio”.Situados a unos diez meses de las “Paso” y a un año de los comicios de octubre, podemos decir que, por el lado del oficialismo, todavía no hay definición en los candidatos que disputarán las primarias para elegir el que representará al espacio. Hasta ahora y a pesar de todo, el más perfilado es Daniel Scioli. El ejecutivo aceleró los tiempos y puso en funcionamiento la máquina de producir proyecto de ley y aprobarlos con inusitada velocidad aunque queda pendiente la resolución de los temas de la deuda para después de enero. Mientras tanto, la campaña de generar temores. Esto significa acudir a la vieja herramienta de asustar con la debacle si no es elegido el partido oficialista. La misma actitud de los finales de Menem o los comienzos de De la Rua, entre otros. Nada nuevo bajo el sol. Nada de ayudar al sucesor para que le vaya bien al país. Dejar tierra arrasada para que fracase y poder volver pronto.                                                                  

Por la oposición, aparecen dos candidatos bien definidos: Massa y Macri. Completan, con el oficialista Scioli, el trío que acapara, cada uno, entre el 20 y el 25% de los votos. “Unen” que quedó un poco atrás, desarticulado por sus propias indefiniciones, todavía está a tiempo de presentar una propuesta que tiente al electorado. Suenan posibles acuerdos o alianzas con diferentes combinaciones. Algunos piensan que unirse es la única manera de acceder al gobierno para las fuerzas opositoras. Salvo esporádicos encuentros y promesas, con fotos incluidas, todavía no hay nada serio. Es muy difícil desprenderse del traje de candidato para contribuir a mejorar la competitividad…muchos caciques y pocos indios. El comportamiento de estos espacios frente a las acciones de gobierno muestra una especie de consenso frente a la avalancha de leyes de resolución inmediata. Es como que dejaron de ofrecer el debate con la idea de no legitimar las leyes. Ya que está demostrado que, si proponen cambios, no modifican ni una coma de los proyectos presentados por el ejecutivo. Optan por esperar para el nuevo período la revisión y modificación de los puntos en desacuerdo. En cuanto a la generación del miedo como herramienta de permanecer en el poder, han contestado a lo manifestado,en ese sentido, por Freyre, Alperovich, Bossio, Scioli, Randazzo y la misma Cristina, con estas declaraciones.

Massa (Fr): “El verdadero miedo es el miedo al cambio”

Pinedo (Pro): "Vamos a mantener las cosas buenas que ha hecho este gobierno y a modificar las que le han hecho daño a los argentinos”

Julio Cobos (Unen): “Intentan meter miedo pero no logran resolver los problemas que el propio gobierno generó”

Julián Domínguez (FPV): “Sería muy soberbio decir el kirchnerismo o el abismo”.

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