Mario Cimadevilla dijo: "algunos dirigentes nuestros y de otros partidos deberían dejarse de jorobar y advertir cuál es la verdadera realidad que hoy tenemos en Argentina", donde, según sus cálculos, podría darse una disputa Scioli-Massa que lleve a que el peronismo se quede con los dos tercios del parlamento. "¿Estamos dispuestos a correr estos riesgos? ¿O estamos dispuestos a hacer el esfuerzo para recuperar los equilibrios políticos perdidos?" agregó Cimadavilla.
El lunes 17 de noviembre se llevó a cabo la cumbre de los principales dirigentes del radicalismo para definir la posición a tomar sobre las propuestas, por parte de algunos integrantes del espacio, para convenir acuerdos o alianzas con Macri o Massa. El encuentro se realizó en un restaurante de San Fernando desde las 14 hs. Durante largas horas se fueron debatiendo estas posibilidades. Por un lado, Ernesto Sanz y Lilita Carrió, tuvieron una postura de acordar con Macri alguna forma de integración. Gerardo Morales y el tucumano José Cano se inclinaron por acordar con Massa. Y la tercera posición, encarnada por Julio Cobos y Ricardo Alfonsin, entre otros, con la idea de mantener todo igual, descartó estas propuestas y convocará a la reunión de la Convención Nacional del partido. Se llegó a un impasse con la redacción de un documento dejando la resolución definitiva, a las propuestas aliancistas, para cuando se realice la reunión de la Convención Nacional.
Al día siguiente, el martes 18, los principales dirigentes de la UCR se reunieron con la cúpula del socialismo en el Congreso, para informarles de lo resuelto en el cónclave de San Fernando y acordaron un acto para el 16 o 17 de diciembre para anunciar el plan de gobierno del “Frente”.
El miércoles 19, Lilita Carrió hace declaraciones en los medios anunciando su renuncia al Frente Amplio Unen. Esta es la secuencia de la sucesión de hechos que seguramente producirán acciones próximamente.
A todo esto, es interesante analizar la coyuntura política a la altura de noviembre del 2014. El oficialismo, ya descartada la candidatura de Cristina, se va afirmando en la idea de que en las “Primarias” se va a consolidar Scioli como ganador, según lo expresan las cifras arrolladoras de las encuestas, por encima del resto de los presidenciables del espacio. Esta previsibilidad lo posiciona a integrar el trío de aspirantes al sillón de Rivadavia, junto a Massa y Macri. Entre los tres, por ahora, hay paridad. Por este motivo es el coqueteo con Unen y con el radicalismo en particular, que pasa por una realidad donde su debilidad es la carencia de un líder que mida en forma competitiva y su fortaleza es la presencia territorial en casi todos los distritos. Estas características encajan “como anillo al dedo” con Macri y Massa, que son el revés de la trama. Candidatos fuertes con poca proyección nacional, estos representan dos alternativas diferentes. Massa y sus equipos vienen de ocupar importantes cargos en el gobierno kirchnerista. El dilema pasa por aspirar a continuar el modelo con algunos cambios en las formas o a cambiar el modelo y las formas, pero es el pueblo el que decide. Para los que están con la primera intención, sería favorable que Unen y Massa concreten convenios que lleven a Massa a una segunda vuelta con Scioli. Para los que ambicionan con la renovación del modelo y de los métodos existe una sola alternativa para ganarle a Scioli en el ballotage y esa es que Unen o los radicales busquen la forma de jugar junto a Macri en las próximas elecciones. Carrió pateó el tablero, “a lo Pirro”, por más que se le discuta el estilo, ella se juega por esta última alternativa y para lograrlo hay que despertarse del soponcio y tomar las decisiones que corresponden. Sacudió el escenario. Es con Massa o con Macri, nunca con los dos, como se puede alcanzar el poder: “Argenina, levántate y anda”.
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