martes, 29 de julio de 2014

Distintos temas, la misma incertidumbre

Por Francisco Grillo

Se van sumando las cuestiones que demandan acuerdos y negociaciones o intervención de la justicia. Se van alargando los caminos para llegar a la resolución de los mismos mientras distraen la atención del pueblo y de los funcionarios. Esto genera la incertidumbre sobre las formas y estilos de definir las distintas situaciones.



Hay varios temas, a esta altura del año, que van ocupando la agenda del gobierno y de todos aquellos que formamos parte del conjunto de ciudadanos de nuestro querido país. Porque a todos y cada uno afectan las situaciones que se van presentando y desarrollando de formas, a veces, conflictivas. Pareciera que no se buscan solucionar y definir los conflictos y optan por patear la resolución de ellos para más adelante.

En algunos casos esto genera que se multipliquen los montos de las deudas, como en el  acuerdo con el Club de París- una vieja deuda que se fue postergando el pago y generó un incremento de 6.500 millones de dólares a 9.700- que se anunció como una negociación exitosa y, desde la óptica del llano, se interpreta que se pidió por favor que nos cobren y aceptamos todas las condiciones impuestas (las cuales fueron más rígidas porque no aceptamos el control del FMI). Una historia aún no resuelta es la del posible default con los tenedores de bonos de la deuda argentina. Se está negociando y estimamos que, seguramente, se llegará a un acuerdo.

Los poseedores del 7% de los bonos, aquellos que no entraron en el canje o los fondos buitre, como se los conocen, son los que se sientan al otro lado de la mesa con los representantes argentinos y en el medio se encuentra el especial master Daniel Poliak. Es complicado el acuerdo, la voluntad de pago del país está descartada más allá de  las declaraciones de algunos funcionarios del gobierno que carecen del menor tino negociador. Con la actitud de pagar del deudor y la posición de cobrar de los acreedores, hay que encontrar la forma de no incrementar el monto. La cláusula Rufo -que obliga al deudor  a igualar las condiciones concordadas con los bonistas del 7%, los que no entraron en el canje, y el 93 % que si había aceptado- caduca en enero del 2015. Buscarán la manera de estirar la resolución hasta ese momento o podrán probar, con los argumentos sólidos que correspondan, que los pagos que se acuerden se realizan por ser obligados por la justicia y no por voluntad del país deudor.

Por eso somos optimistas, se terminará arreglando: es una operación financiera que, con los actores adecuados, debe llegar a buen fin. Pasando al plano judicial hay dos conflictos que ocupan mucho espacio en los medios que solamente recogen, como corresponde a la prensa, los hechos que producen los protagonistas SUPRESIÓN.

Se trata de las causas de Boudou y Campagnoli. La justicia decidirá como corresponde. Lo que llama la atención es que poniendo ambas causas en un mismo plano de observación, notamos un trato diferente e incomprensible. Por un lado se rechaza el pedido de juicio político a Boudou “porque nadie es culpable hasta que exista una sentencia en firme” y en el caso de Campagnoli, se lo suspende en su cargo de fiscal por supuesto “exceso en su competencia” sin tener en cuenta el anterior concepto sobre la sentencia en firme. Esperamos y necesitamos, por el bien de todos,  que la justicia -que debería ser ciega, sorda y muda- actúe con independencia, solvencia y resulte  justa y equilibrada en sus fallos.

Lo de equilibrada es lo más acorde para definir el accionar de la justicia y asociarla a los íconos gráficos que la representan.


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