La muerte del fiscal federal Alberto Nisman ha producido una gran conmoción en la Argentina por las particulares características del hecho y en momentos en que se encontraba haciendo pública una serie de denuncias contra algunos integrantes del Gobierno. Ocurrió en la víspera de la reunión en el Congreso, donde debía explicar los términos de su investigación y acusación contra la presidente Cristina Kirchner y el canciller Héctor Tímerman, el diputado nacional Andrés Larroque, los dirigentes sociales Luis D´Elía y Fernando Esteche, el exjuez de instrucción Héctor Yrimia y el referente comunitario iraní Jorge “Yussuf” Kahlil; en relación al Memorándum de Entendimiento con Irán. Fue hallado muerto en su domicilio. Aparentemente, se habría suicidado. Es un tema de una gravedad absoluta, que coloca a las instituciones en una instancia de desconfianza y de descrédito inconmensurables. Es imprescindible que toda la clase política, en el gobierno y la oposición; la Justicia, el periodismo y el pueblo todo, tomen conciencia de la relevancia de estos acontecimientos y se decidan, de una vez por todas a trabajar por el bien de la República. Que es lo que está en juego. Deponer las actitudes mezquinas de conveniencias personales y partidarias. Basta de las acciones individuales y egoístas en desmedro de los intereses superiores. Esos objetivos, en ese nivel, corresponden a la Nación y a los ciudadanos. Para esas funciones están destinados los cargos de gobierno que desempeñan unos y aspiran otros. Nada más que para eso. Los que así no lo entiendan, no están a la altura de esas altas responsabilidades. Para salir de la delicada situación a la que se ha llegado por los errores cometidos por unos y otros, es necesario que se investigue lo sucedido con el fiscal Nisman a fondo, con la independencia y profesionalismo judicial que corresponde. Que su muerte, por el motivo que haya sido, signifique el arribo a la verdad. Su investigación debe ser correctamente revisada y aclarada. Este momento es una bisagra en nuestra historia. Que se defina con exactitud su trabajo de investigación. Qué hay de cierto, o no, en cada uno de los puntos. Deben ser desmenuzadas cada una de las pruebas presentadas. No hay otra forma de salir de esta situación. Va a ser muy difícil que la sociedad pueda creer en mentiras. Por eso, los responsables deberán manejarse con seriedad y responsabilidad. Estamos transitando el año eleccionario. Por si no se dan cuenta, el pueblo no admite ninguna posibilidad de destitución de los poderes. Simplemente aspira a terminar este ciclo en los plazos establecidos y elegir, con esperanzas, a los sucesores. Sin importar si continúa el mismo signo político o lo reemplaza algún opositor. El pueblo sólo necesita que jueguen para él y la República.
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