Por Francisco Grillo
La
sociedad confirmó el camino elegido. Mientras los que siguen anclados al
anacronismo del pasado siguen confrontando mediante la violencia y la agresión.
No pueden entender que esa actitud los llevó a perder en forma reiterada y los
aleja cada vez más del conjunto de la sociedad. Es el triunfo de la democracia,
la república y el federalismo. Los valores que deben prevalecer.
Y junto a ellos la
recomposición de la Justicia, el trabajo, la educación, la seguridad, la
economía, las obras de infraestructura, los impuestos, etc. Ojalá este gobierno
alcance los objetivos. Si no fuera así, los argentinos de este tiempo optaremos
por otro, como debe ser en la alternancia democrática y en paz. Nunca más los
que perdieron lastimosamente su oportunidad. Ya fueron. Es la decisión sagrada
de los argentinos. Cambiemos logró
posicionarse a nivel nacional en la mayoría de las provincias en una elección
donde la ciudadanía lo apoya en la continuidad de la gestión. De esta manera le
brinda la posibilidad de demostrar si puede concretar el cambio reclamado por
la sociedad y prometido por el actual gobierno. Ellos mismos declararon que no
es un cheque en blanco el que le otorgaron y es cierto, es un documento que
tiene definido un alto costo. De ese valor depende seguir contando con el apoyo
en las urnas para otro período o que la sociedad opte por otro candidato. Así
de simple es la democracia. Con alternancia cuando es necesaria. Sin violencia
ni escándalos. Esta es la madurez alcanzada por la gran mayoría de la gente.
Alejarse de las pasiones, en el momento de decidir por quien será elegido para
la conducción del Estado, demuestra la inteligencia que se ha alcanzado para
entender que no hay nada más importante que ser racional cuando se trata de una
determinación donde está en juego el futuro de la Nación y los ciudadanos. Las cifras son
contundentes y expresan claramente cuál es el rumbo que se le marca a los
encargados de gobernar. De cualquier forma, en las cámaras, no se ha producido
una mayoría absoluta para ningún espacio. Hasta en eso, y sin promoverlo
puntualmente, el resultado es saludable porque obliga al consenso que se
obtiene por medio del debate y el acuerdo. Así se evita la soberbia de los
monopolios hegemónicos. Para el gobierno, le llega la oportunidad de emprender,
esta segunda etapa de su gestión, después de su consolidación por medio de las
urnas. Esto lo fortalece en el buen sentido, si no cae en el pecado de soberbia
y personalismo, frecuente en condiciones similares, que lo condenaría al fracaso.
Para la oposición, la consigna será realizar una lectura correcta del resultado
de las elecciones. Reorganizarse ajustándose a los cambios impuestos por la
sociedad y el mundo. Aliarse en la construcción de proyectos superadores para
asegurar la continuidad en el desarrollo del país. Para dejar definitivamente
de lado el rumbo zigzagueante y ciclotímico por el cual veníamos transitando y
que, siempre, nos impidió crecer. Sea quien sea el que gobierne la gente pide a
gritos que sigamos hacia adelante. ¡Al gran pueblo argentino, salud!
Diputados
Estos
guarismos son los más aproximados para reflejar el resultado final de la
elección. Por la categoría de diputados se votó en los 24 distritos del país.
En cambio, por senadores, solamente en ocho. Aquí Cambiemos obtiene una notable
diferencia sobre el resto. Con el 41% de los votos duplica al total del FPV que
se ubica en segundo lugar.
SENADORES
En el total de los electores de los ocho distritos
donde se votó a senadores, Cambiemos ganó la mitad de las bancas en juego. El
resto se lo repartieron el FPV, el PJ y el Frente Renovador de la Concordia en
Misiones. Vale señalar que loa cantidad de bancas no tiene relación con una
representación proporcional a la cantidad de votantes de cada distrito. Se
elegían tres bancas por cada uno, dos para el primero y la restante al segundo.
En la provincia de Buenos Aires, Cambiemos gana dos bancas con 3.878.250 votos
y en Misiones, El Frente Renovador de la Concordia, la misma cantidad, con
268.530 votos.
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