viernes, 15 de septiembre de 2017

Urge cerrar la grieta

Por Francisco Grillo
Con los resultados definitivos de las PASO concluidos, la lectura que surge es que el pueblo le renueva al gobierno el crédito otorgado en el 2015 cuando lo benefició eligiéndolo para hacerse cargo de la conducción del país. Sin embargo, la república necesita, que sus ciudadanos se unan para ir juntos hacia adelante. Urge cerrar la grieta. Es imposible avanzar en comunidad cuando cada espacio se ocupa y preocupa por sus intereses partidarios por encima del bien común.
Queda la sensación que ni el propio gobierno imaginaba que se le confirmaría la confianza en una elección de primarias que sirvió para tener una certeza más cercana de la realidad. Lejos de las encuestas o las manifestaciones y marchas de protesta. Lo que sugiere la alta visibilidad de los grupos que se manifiestan a diario para expresar su descontento no se refleja en las urnas. Hay una parte de la sociedad que no se muestra en forma cotidiana en las calles, salvo en contadas oportunidades, y pareciera que no tiene peso específico. Pero llegado el momento de emitir su opinión a través del voto, revela que es una fuerza que permite darle el triunfo y sostener en el poder al cambio por el cual optó en las generales del 2015. En el juego de la democracia, no convence el que más grita. Lo hace el que resulta más creíble. Esto tiene que ver con un pueblo que va madurando en el ejercicio de su responsabilidad cívica para determinar un proceso democrático. No son buenas las pasiones para estas decisiones. En eso se ha progresado. El pueblo no es cautivo de sus políticos. Es la clase dirigente que debe seducirlos y complacerlos con sus propuestas. Para seguir el paso hacia adelante encarando el crecimiento y la solución de la infinidad de temas sin resolver es necesario que lleguemos a racionalizar que el único camino es cerrar la grieta y unirnos. Apoyar al que gobierna, al que le toque en cada oportunidad sin importar a qué partido pertenezca, para que funcione al límite de sus posibilidades. Si su gestión es positiva beneficia a todos los argentinos de buena voluntad. Cuanto más alta esté la vara, demandará mayor esfuerzo y creatividad para las fuerzas políticas en sus propuestas superadoras. Esa es la manera de crecer y desarrollar a un país y a una sociedad. Esto es bueno para todos en conjunto y no para ninguno en particular. Juan Domingo Perón dijo en el año 1953: “El año 2000 nos encontrará unidos o dominados”. Se refería a la unión de los latinoamericanos para lograr el desarrollo, pero también se aplica con gran certeza a lo que nos viene sucediendo a los argentinos desde hace décadas. Precisamente, después de las PASO pareciera que recrudece la brecha que nos separa. Una serie de manifestaciones violentas como la bomba en el Indra, el incendio de los autos en el Ministerio de Seguridad en La Platas, un auto estacionado frente a los tribunales de Lomas de Zamora con un artefacto explosivo. Los ataques de los mapuches reclamando las tierras que, según afirman, les pertenece por tratarse de la herencia de sus ancestros. Si fueron de su propiedad, sería totalmente justo escucharlos y debatir en el Congreso la manera de reconocerlos. Lo que no puede aceptarse en una sociedad democrática es el uso indiscriminado de la violencia para reclamar por sus supuestos derechos. No es el camino emprender una escalada violenta que va creciendo de manera exponencial. Atacan con fiereza a lugares como a la estación ferroviaria La Trochita, una línea eléctrica, la casa de Chubut, la oficina del jefe de Gabinete de la provincia, puestos y galpones de estancias, entre otras cosas. En el medio de todo esto, la desaparición de Santiago Maldonado. A lo que sigue su utilización política para esmerilar al gobierno de turno. La viralización de la campaña por las redes y por cualquier medio al que puedan acceder revelan que lo que menos les interesa a quienes la origina es lo que pase con Maldonado. Solamente aprovechan para crear el caos y denostar al gobierno como si fuera una dictadura. Comparan a Macri con Videla. Es una forma de despreciar a Maldonado y su familia que realmente viven el dolor de la desaparición. Que Maldonado no aparezca le es más funcional a los que usan su desaparición para sus intereses que para el gobierno. La Justicia investiga y colabora con ella el Gobierno a través del Ministerio de Seguridad mediante el uso de las fuerzas de Seguridad, con excepción de la Gendarmería, que es parte y no debe asumir esa función. Por supuesto, no olvidemos a Maldonado. El deseo de la sociedad es que aparezca con vida. Por él y su familia, en primer lugar y por nosotros mismos. La Justicia sigue avanzando en su investigación. Mientras, desde las bases hacia la dirigencia y viceversa, debemos acercarnos los hijos de esta patria para tolerarnos y aceptarnos. Somos partes de un todo. Urge cerrar la grieta para madurar y crecer como ciudadanos de esta República. Lo demás, encarado en la confrontación y el odio es parte de un pasado superado por el avance de la civilización. No hay otra manera de construir un país que ponerse de acuerdo en el modelo y tirar parejo para adelante. Argentina es una sola y en ella vivimos todos. Por eso, una y otra vez, la consigna es: urge cerrar la grieta.

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