LA CORRUPCIÓN VOLVIÓ A MATAR

Nuevamente la tragedia. Otra vez la corrupción se hizo presente. La víctima fue nuevamente la línea de trenes del Ferrocarril Sarmiento. La formación de "Chapa I" embistió, a las 7:07, a otra que se encontraba detenida en el paso de Zapiola, cerca de Castelar, y dejó un saldo, provisorio, de 3 muertos y 254 heridos.

La formación que embistió y su similar que fue embestida

Según delegados de la Unión Ferroviaria, hubo dos maquinistas que no quisieron salir a conducir ese tren de "Chapa I" porque no tenía en condiciones los frenos. El mismo, la semana pasada, había salido de circulación por fallas graves en los frenos. Luego, momentos después, sucedió lo que sucedió. La formación, según imágenes satelitáles, había pasado una señal de precaución en donde disminuyó la velocidad sin dificultad alguna. Más tarde, superó, sin frenar, tres señales de peligro para finalmente embestir contra el tren que se encontraba detenido.

Los vecinos del lugar fueron los primeros que socorrieron a los pasajeros

Según el Ministro del Interior y Transporte Público, Florencio Randazzo, los frenos de esa formación habían sido cambiados a nuevo por una empresa de origen brasileño. Esta teoría se contrapone con la expuesta por los delegados de la Unión Ferroviaria.
Ante estas situaciones, lo que la sociedad debe entender es que la corrupción, y en este caso las tragedias, no van por carriles diferentes. Ésta debe ser vigilada constantemente por la sociedad, más allá de la bonanza económica que se pueda pasar. La corrupción está íntimamente ligada con la pobreza, con este tipo de tragedia y con la falta de educación, entre otras cosas. Hasta que la sociedad no entienda y no juzgue en las urnas este tipo de cosas, habrá más corrupciones fatales.



Fotos: Clarín