miércoles, 18 de julio de 2012

¿A la izquierda de que, a la derecha de quién?

Por Jorge Correa

Pregunta muy francesa y de vieja data. En 1789 el abate Emmanuel Joseph Sieyés presidente de la Asamblea Constituyente de la lll República de Francia, construyó la concepción del Estado -Nación, puesto que el estado popular de los revolucionarios enciclopedistas no era lo bastante sólido para reemplazar al estado principesco. De ahí que la concepción moderna del Estado - Nación fue creación de Sieyés y su "Tercer Estado" la culminación teórica y práctica de la "Revolución Francesa". La soberanía que pertenecía al rey, pasa a la Nación. En 1791, el preámbulo del título lll, arts. 1 y 2 precisará que "la soberanía pertenece a la Nación... de quien emanaran todos los poderes".
En aquella Asamblea que fuera integrada por unos1300 diputados se distribuyeron - en la sala - agrupados a la derecha del presidente quienes intentaban restituir la monarquía o sea a la nobleza, los sectores conservadores y sus simpatizantes. A la izquierda, se ubicaron quienes pretendían dar cauce a las proclamas revolucionarias de la época, o sea a los sectores de la burguesía, progresistas, liberales y laicistas
La pregunta que nos interesa formular es si la división entre izquierda y derecha tiene sentido para la política actual. El esquema se impuso y constituye desde entonces el punto de apoyo de cualquier relato político. Se reconoce la infinidad de <<subespecies>> y hasta un híbrido "centro", pero siempre remiten a la distinción binaria principal.
Antes de la primera guerra mundial sirvió para diferenciar a liberales de conservadores, y en general las cuestiones en debate se planteaban en esos términos. Sólo cuando se trataban las cosas en particular se advertía la inadecuación del esquema. El politólogo Mijail Ostrogorski lamentó los contrasentidos de los políticos ingleses: los liberales eran imperialistas; los conservadores y laboristas partidarios del comercio libre.
El comunismo soviético y el fascismo italiano revitalizaron la idea esencial entre izquierdas y derechas, ocultando los múltiples puntos de contacto entre ambos. Los dos sistemas y sus ideologías fueron esencialmente totalitarias, ambas pregonaron e impulsaron férreas dictaduras.
Un político español a fines de la década del veinte advertía: "...en el fondo, la derecha es la aspiración a mantener una organización económica aunque sea injusta, y la izquierda es, en el fondo, el deseo de subvertir una organización económica, aunque al subvertirla se arrastren muchas cosas buenas"
Luego de las nefastas y fracasadas experiencias, se comenzaron a valorar las bondades de los regímenes democráticos en sus distintas expresiones. De esa valoración del sistema democrático como forma de gobierno y de vida en sociedad, se nutre el contenido del que antes fuera un híbrido, para convertirse ese "centro" que pasó a ser el paradigma de la vida política moderna.
Nos debe interesar atender los problemas concretos con sus singularidades y realidades cambiantes: la pobreza, la educación, la salud, la seguridad, la libertad de expresión, y tantas otras que son más relevantes discutir y no sobre cuestiones abstractas o de banderas.
Si trazáramos un mapa ideológico de la política contemporánea, podríamos llamar "centroizquierda" al espacio que enfatiza la distribución de la renta en favor de los necesitados favoreciendo su movilidad social, mientras que llamaríamos "centroderecha" al espacio que promueve las inversiones y sostiene el orden público, con ambos espacios funcionando dentro de la democracia porque el prefijo "centro" revela la recíproca vocación de tolerancia. A la izquierda de la centroizquierda y a la derecha de la centroderecha deberían figurar, tanto la izquierda como la derecha autoritarias.
De ahí en más, los argentinos podríamos volver a tener un bipartidismo moderno y desarrollado, con una centroizquierda a la manera de los progresistas y una centroderecha democrática que tengan por objetivo derrotar primero al autoritarismo y después competir con miras a la recuperación plena de la República.



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