Por Francisco Grillo
En la madrugada del 9 de agosto, el Senado
rechazó, por 38 a 31 votos, el proyecto de despenalización del aborto que había
sido aprobado en junio por Diputados con una mínima diferencia a favor. Lo
rescatable de este tratamiento es que fueron 6 meses de intenso debate en una sociedad
que se tomó muy en serio este tema que es de importancia vital. Vale como
ejemplo para resolver otros asuntos con deudas pendientes de resolución.
La actitud mostrada por
los legisladores y por la sociedad fue de alto compromiso. Como es común en nuestra
idiosincrasia, se constituyeron dos sectores. Por el sí y por el no. En lo que
respecta a los representantes del pueblo, llamó la atención que, en general
actuaron más allá de alineaciones partidarias, salvo habituales excepciones.
Cada uno defendió sus convicciones con fidelidad y compromiso. A la hora de las
conclusiones, no se puede ignorar que, sin importar el resultado, el tema ha
sido instalado y no termina en esta instancia. Hasta el próximo año no podrá
ser tratado nuevamente en el Congreso en su calidad de ley puntual. Pero ya
suenan versiones sobre la inclusión de la despenalización, por parte del
gobierno, en el proyecto del nuevo Código Penal. La propuesta le daría potestad
a la Justicia para eximir de la pena a la mujer que decidiera abortar. Creemos
que, por lo expuesto por las dos posiciones, ambas tienen certezas en sus
propuestas sobre la solución de situaciones que ocurren a diario. Son una
realidad y necesitan ser reconocidas. Debemos, entre todos, reconocer los
sentimientos, emociones y principios de los que no piensan igual. Es imperioso
acercar las partes. Ceder algo de cada lado. Acortar las diferencias y
encontrar un punto de equidad que conforme sin molestar al otro. La diferencia
central radica en que los celestes defienden a ultranza salvar las dos vidas.
Por su parte los verdes luchan para que se pueda interrumpir el embarazo con la
práctica del aborto seguro, legal y gratuito, para proteger a la mujer con un
embarazo no buscado. Y ambas posiciones tienen lógica. El camino es buscar la
manera de que se resuelvan sin agredir al otro. No es una guerra. Actuemos con
inteligencia. Cerremos la grieta y busquemos soluciones. Que la ley no se haya
aprobado en esta oportunidad n o cierra el camino para que se vuelva a tratar,
una y otra vez si es necesario. ¿Y mientras tanto qué? Esta es la oportunidad
entre un proyecto y otro, de comenzar a implementar un programa en carácter de
emergencia para transmitir a la sociedad, y en especial a los jóvenes, por ser
más activos sexualmente, toda la información necesaria para que sepan en
profundidad el funcionamiento del cuerpo humano. Que disfruten del sexo en
plenitud, pero con responsabilidad. Poner a su disposición el conocimiento
absoluto sobre los diferentes métodos anticonceptivos. Si se logra comunicar
debidamente para que puedan asimilarlos y utilizarlos en forma rutinaria, se
lograría una disminución significativa de los embarazos no deseados. De
cualquier manera, siempre es posible que se incurra en un descuido u error.
Siempre habrá una manera de evitar ese embarazo. Porque esperar un plazo amplio
de 14 semanas. Se puede resolver en el primer mes cuando todavía el embrión
está en los comienzos del desarrollo. Sería más fácil de aceptar por los que
están convencidos que, aunque no sea todavía una persona, es una vida a la que
también hay que proteger. Cuanto menos desarrollo tenga está más cerca del
principio que del fin. Se puede disentir, pero porque no acercar los conceptos
que están más distantes. Sólo por mantener una diferencia de criterios a
rajatabla. ¿Por tozudez, por el sólo fin de confrontar o por egoísmo?
De esta manera se podría
llegar a un consenso que sería beneficioso para todos. Para no tener que
recurrir al riesgo de un aborto, la mejor manera es cuidarse para no quedar embarazada.
Es muy simple. Es cuestión de hábitos, nada más. Ni hablamos de privarse de la
actividad sexual. Por el contrario. Disfrutar estando seguros y convencidos de
lo que hacemos es más placentero. La diversidad de los métodos anticonceptivos
e enorme. Desde el conocido preservativo que resulta de los más simples y
seguros hasta el implante anticonceptivo- se trata de es un cilindro del tamaña
de un fósforo que se ubica en forma subcutánea en el brazo de la mujer y que
libera pequeñas dosis de hormona progestina hacia la circulación sanguínea y
evita que los ovarios liberen óvulos-tiene una duración de tres años. El DIU
que se coloca dentro del útero. El SIU, se coloca en la matriz y libera la
hormona progestina como el implante anticonceptivo. El anillo vaginal. etc. Las
opciones son muchas. Es prioritario que se implementen los canales de difusión
y de atención médica para la transmitir los conocimientos que capaciten a la
sociedad para elegir la prevención adecuada y evitar el embarazo no deseado.
Siempre está la última instancia para resolver la situación, el día después o
en su defecto hasta el mes después. Así de fácil.
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