viernes, 31 de agosto de 2018

Se retiró el más grande

Por Micaela Piserchia

Emanuel Ginóbili, el pibe de 41, decidió terminar su carrera después de 23 años plagados de éxitos.



El bahiense anunció su retiro del básquetbol el 27 de agosto y el mundo del deporte se rindió a sus pies. Emanuel Ginóbili sentó un precedente en el deporte argentino y mundial y, hoy por hoy, es considerado uno de los mejores deportistas de la historia nacional.
Ginóbili dejó huellas en el básquet nacional tras integrar los equipos de Club Andino de La Rioja y Estudiantes (BB). Su paso fue fugaz y enseguida llevó su magia a Italia en 1997: Basket Viola Reggio Calabria y Kinder Bolonia. No sería hasta después del Mundial de Indianápolis, donde logró el subcampeonato con Argentina, que llegaría a la prestigiosa NBA.

San Antonio Spurs lo acogió, lo hizo suyo y Manu cumplió con creces: fue parte de planteles del máximo nivel, compartió canchas con excelentes jugadores y logró cuatro anillos de la NBA (2003, 2005, 2007 y 2014). El único argentino que pudo hacerlo. Llevó la celeste y blanca a lo más alto y todo aquél que sepa de básquet sabe de él.

En la Selección también logró cosas impensadas. En primer lugar en 2002 integró el equipo subcampeón en Indianápolis (cayeron en la final ante Yugoslavia) y en los Juegos Olímpicos de Atenas alcanzaron la medalla de oro después de despachar al temido Dream Team en la semifinal y ganarle a Italia en el partido por el oro. Este logro es más que importante teniendo en cuenta que durante estos últimos 14 años el oro fue únicamente de Estados Unidos a excepción de este Juego Olímpico ganado por Argentina. Allí nació la Generación Dorada. Y al Juego siguiente (Beijing), Manu fue nuevamente partícipe de la medalla obtenida por el equipo, que fue de bronce.

Una leyenda. Jugó hasta los 41 años y enseñó, además de táctica y técnica en el deporte, valores, renovó el básquet y se convirtió en modelo de quienes hoy también son enormes jugadores. De lo mejor que dio el suelo argentino. No es Messi ni Maradona, él logró poner su propio nombre entre los más altos pedestales del deporte mundial.

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