Esta nota, como las anteriores, está dirigida al público en general, tengan o no mascotas. Debido a la importancia de la misma, fue realizada con la colaboración del Doctor Médico Veterinario, Hernán Naccarato (MN 8907). Como siempre, estoy a disposición para cualquier consulta. Juan Manuel, Tel. 4639 0554 - Cel.15 5593 4008.
Si bien en los últimos años se ha producido un gran aumento de una sana costumbre por parte de los propietarios de perros: sacarlos a pasear llevando bolsas y elementos para limpiar la materia fecal de su mascota y eliminarla así de veredas y plazas, todavía puede verse un número bastante importante de propietarios que son negligentes respecto a esto. Aún podemos ver por veredas, sobre todo las que son poco transitadas y plazas de nuestra ciudad, materia fecal de perro en cantidades apreciables. Esto no solo supone un problema estético y una incomodidad, todavía más cuando, por accidente alguien la pisa, sino que conlleva un peligro importante para la salud pública.
Los perros pueden ser portadores de varias especies de parásitos gastrointestinales, pero existen dos de ellos que son peligrosos para el ser humano (ya que pueden transmitirse a este) provocando una enfermedad (a toda enfermedad de los animales transmisible al ser humano se la denomina zoonosis). Estas dos especies pertenecen a un grupo de parásitos denominados Neumatodes o gusanos cilíndricos y son los siguientes:
-Toxocara carnis: Es un parásito de 10 a 15 cm de largo, de color blanco amarillento con aspecto de fideo cabello de ángel.
-Ancylostoma caninum: Mucho más chico que el anterior (unos 2 cm de largo) y de color gris rojizo.
Los perros tienen alojados estos parásitos en el intestino. Las hembras de los mismos ponen grandes cantidades de huevos microscópicos que son eliminados por materia fecal al ambiente (son extremadamente resistentes y duran meses) y al cabo de unos 10 días se vuelven capaces de infectar a otro perro y, en ocasiones, a una persona.
Los niños de menos de 10 años son particularmente sensibles a estos parásitos. Los lugares más peligrosos son los areneros de las plazas, donde se encuentran los juegos para niños, ya que allí convergen los perros que ingresan a defecar y gran cantidad de niños que entran en contacto con la arena contaminada o cualquier otro piso como el caucho reciclado.
Toxocara canis penetra por vía oral y en los niños puede afectar seriamente el ojo (al punto de perder la visión) o diversas víscera (hígado, pulmón, riñón, etc.).
Ancylostoma caninum penetra a través de la piel y debido a esto genera lesiones cutáneas, a veces bastante serias.
Es importante, debido a este problema, que como propietarios de perros colaboremos responsablemente para prevenir estas enfermedades. Solamente tomando algunas sencillas medidas podremos contribuir mucho a disminuir la ocurrencia de esta problemática:
-Eliminar la materia fecal de nuestro perro de veredas y plazas, llevando siempre los elementos necesarios para ello (bolsas de polietileno, palita, etc.).
-No permitir que nuestro perro ingrese en áreas de las plazas destinadas a los niños (por ejemplo los areneros).
-No perder de vista a nuestro perro en ningún momento del paseo.
-Consultar con nuestro veterinario de cabecera para que nos asesore sobre el manejo antiparasitario más adecuado para nuestro perro.
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