El postulante del Frente para la Victoria fue de menor a mayor. Arrancó el encuentro nervioso y algo impreciso. En el inicio le costó hace pie ante un Macri que barrió con todas las especulaciones previas y adquirió un rol activo golpeando contra varios temas sensibles para el Gobierno, del que Scioli intentó despegarse en dos oportunidades. "Mauricio debatí conmigo, no con funcionarios que se van el 10 de diciembre", repitió.
El líder del PRO dejó expuesto al candidato del kirchnerismo al hablar sobre política exterior. Se comprometió a pedir sanciones contra Venezuela en la Unasur por su persecución a la oposición política y dejó sentado su rechazo al memorándum con Irán por la causa AMIA: "Yo quiero que se derogue". Pidió una definición sobre estos temas de Scioli, quien hizo oídos sordos a la pregunta y prefirió resaltar la política de derechos humanos del oficialismo.
Pese a que el debate estuvo organizado en cuatro bloques con diferentes temas, el postulante del Frente para la Victoria repitió la misma pregunta cada vez que pudo: "¿Quién va a pagar los costos de al devaluación y el ajuste?". Macri llegó a la Facultad de Derecho con una respuesta estudiada a la perfección: dijo que su idea es expandir la economía y no realizar un ajuste.
En las próximas horas seguramente se realizarán varios análisis sobre lo que dejó el debate. De lo que no hay duda es que la democracia se fortaleció con un debate presidencial para el que hubo que esperar más de 200 años de historia.
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