Tras el papelón de las elecciones que fracasaron el 3 de diciembre del año pasado, la Asociación del Fútbol Argentino designó nueva fecha y también un nuevo torneo para el año corriente.
Es un momento de cambio para la AFA. Si bien no pudo realizarse el cambio dirigencial debido a la bochornosa elección que arrojó un empate en 38 votos cuando los votantes eran 75, quien maneja los hilos ahora es Mauricio Macri y todo eso conlleva una revolución. Con nuevas autoridades en la organización (Marín, por ejemplo, que ahora tomó el cargo de Coordinador del Fútbol Para Todos) que deben definir temas vitales como la televisación, la representación en la FIFA, la inclusión de la pauta privada (promesa de campaña), la redistribución de ingresos para los clubes y también el presupuesto que destinarán al Fútbol Para Todos. Pero AFA no es sólo eso. Las elecciones finalmente tienen fecha y, si no hay modificaciones ni ningún tipo de rareza, éstas serían el 29 de junio con los dos candidatos a presidente postulados el año pasado: Marcelo Tinelli (que reafirmó su deseo de tomar la presidencia despejando las dudas que surgieron en torno a la cuestión) y Luis Segura.
Por otro lado, la novedad es que nuevamente habrá cambio de torneo. Parece que el campeonato de 30 equipos no conformó y ahora la AFA quiere volver al certamen corto. A diferencia de lo que, en su época, supieron ser el Clausura y Apertura y más recientemente el Final e Inicial, los 30 equipos se dividirán en dos zonas de 15 participantes y contarán con una fecha de clásicos. Asimismo habrá un clásico por fecha, llamado “interzonal”. Los dos punteros de cada zona jugarán una final para definir el campeón, la cual se desarrollará en cancha neutral: en caso de empate habrá alargue y luego penales, como sucede en los Mundiales de la FIFA. No habrá más tres descensos, sino solo uno, el cual será de acuerdo con el promedio de tres temporadas. Y por último, chau liguillas –otro invento fallido– : a la libertadores ingresarán el campeón, el subcampeón, los segundos de cada zona y el ganador de la Copa Argentina. En tanto, de la sudamericana queda como cuenta pendiente para el Comité Ejecutivo resolver la vía de clasificación. Una nueva adaptación, cambios y más cambios a los cuales se suma el incremento de las entradas a la cancha. Habrá que esperar a junio para cerciorarse de que las elecciones pueden desarrollarse en paz, con transparencia y que, sea quien sea el elegido, pueda tomar las riendas y le dé un nuevo rumbo a este barco que navega en tempestad.
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