Por Francisco Grillo
El
miércoles 26 de septiembre se anunció el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario
Internacional que consiste en un nuevo préstamo por 7.100 millones de dólares
para este año y el adelanto, para 2019, de 11.400 millones que son parte de los
50.000 millones acordados en un principio.
Es la manera de socorrer al Estado argentino para
hacer frente a la situación macroeconómica que se volatizó con la explosión
cambiaria producida por los mercados que perforaron todos los indicadores de la
economía argentina. Esto originó una serie de acontecimientos no previstos por
el objetivo de cumplir con las metas de equilibrio de los déficits que impiden avanzar
a la disminución de la inflación y emprender el crecimiento para sacar al país
del retroceso en el que está sumergido por décadas de malas administraciones y
de las cuales todavía no ha logrado, el actual gobierno, revertir la situación.
Es de esperar que estos recursos sean el motor que mueva la economía hacia el
rumbo que todos los argentinos de buena voluntad estamos anhelando. La renuncia
del presidente del Banco Central de la República Argentina, Luis Caputo, se
debió a que se trataba de alcanzar políticas de largo plazo con los fondos
provistos por el FMI y no al manejo del día a día. El ministro Nicolás Dujovne
declaró que: “En el terreno de la
política monetaria y cambiaria, en las últimas semanas hemos enfrentado
jornadas de mucha volatilidad, que se han traducido en una importante depreciación
del peso y un recrudecimiento de la inflación. En ese marco, hemos decidido reemplazar el esquema de metas
de inflación por una regla simple y verificable sobre los agregados monetarios,
elemento que entendemos contribuirá decididamente a reducir la inflación. Para
lo que resta de 2018, los
desembolsos previstos se elevan de 6.000 millones a 13.400 millones de dólares,
mientras que para el 2019 pasan de 11.400 millones a 22.800 millones de
dólares. Cabe consignar además que dichos fondos ya no tienen carácter
precautorio como establecía el acuerdo original, sino que podrán ser plenamente
utilizados como soporte presupuestario. El Gobierno abandona definitivamente el
sistema de metas de inflación, que había defendido desde el Banco Central
Federico Sturzenegger y había desactivado, aunque sin admitirlo, Luis Caputo.
Ahora, la gestión de Guido Sandleris en el BCRA usará el método de los
agregados monetarios”.
Con
el manejo del mercado cambiario se utilizará el sistema de una banda de
flotación de entre $34 a $ 44 por cada dólar y se intervendrá cuando supere el
piso o el techo de estas cifras.
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