Hoy: Una señora sola.
La mirada de los vecinos
Esta sección es de los vecinos. Los que quieran expresarse
contando alguna vivencia o anécdota en esta “casa grande” que es nuestra comuna, puedan
compartirlas desde este periódico. Nuestro mail: villasonce@gmail.com
Es una señora, añosa ya, camina
lento. Una bolsa bien doblada en la
mano. Cabello bastante canosa, anteojos negros, andar despacio, muy despacio.
Tiene una actitud dulce, hasta
tierna, en su rostro se dibuja una sonrisa estática. Ella camina un poquito y
se sienta, de sienta de una forma particular, lo hace en el borde del banco de
madera pero de costado y, mira hacia arriba, observa los pájaros, las hojas de
los árboles, parece que dice algo por el movimiento de sus labios.
Esta señora se levanta y sigue
caminando hasta el próximo banco y vuelve a sentarse, otra vez, en el borde del
banco sin apoyar la espalda y mira hacia arriba… Un día pasó junto a mí y pude
oír su fatiga. Siguió, buscó un banco vacío y otra vez a sentarse.
Llegó el día en que busco
compañía y algo me contó… su único hijo había muerto muy joven, ella no podía
superarlo aunque pasaron muchos años, y, una tarde, en un arranca de ira dice
que pretendió fuego todos los recuerdos que de él quedaban…. Viendo como el humo se elevaba y en él el
alma de su hijo también.
Hoy está sola y siente que, si
eleva su mirada, ve elevarse una y otra vez el ser que tanto amó… y le parece
que él quiere correr o volar hacia él, no apoya la espalda, esta presta a
elevarse y volver a andar pero, como se fatiga, anda un vuelo corto y vuelve a
quedarse sentada pero preparada para andar y andar….
Pasa la mañana dando vueltas en
la plaza y mirando hacia arriba, ella dice que así se siente mejor, más cerca
de él.
Una señora sola. Añora, extraña,
busca, descansa. Está. Mi gran patio la abraza….
Por Mabel Martinelli
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