LOS
ÁRBOLES
Los árboles que encuentra en la calle el caminante son
más que un simple ejemplo de naturaleza en la ciudad. Mejoran la calidad del
aire, suavizan el ruido, amortiguan las altas temperaturas, captan el material
particulado (humo), son refugio de especies silvestres y por supuesto reducen
los gases del efecto invernadero.
¿Cuándo hay que podar?
Si fuera por
los árboles, mejor no podarlos y dejar que cada uno desarrolle su forma, pero
hay que podarlos por encontrarse en un ámbito urbano.
¿En qué época se poda?
En general es aconsejable hacerlo cuando los árboles
están en reposo, por ejemplo por las bajas temperaturas, y la menor cantidad de
horas de luz en el invierno con esto se logra disminuir el efecto negativo
sobre la salud y el crecimiento de los árboles.
¿Es igual para todas las especies?
Los que pierden hojas, como el fresno, plátano o paraíso,
pueden ser podados en la época de reposo, en invierno, que es la época anterior
al brote, ya que si se poda en primavera, cuando comienzan a brotar, se perderá
el crecimiento y reservas. Los que tienen follaje permanente, pinos y
eucaliptus, también es mejor podarlos en invierno hacia fines del período de
reposo. La tipa y jacarandá, en cambio son especies de follaje tardío por lo
cual se puede demorar la poda y realizarla al final de la primavera.
¿Cómo se poda?
Si hay que podar, que sea razonable, el árbol sufre
ya que el corte representa una lastimadura ante la cual va a defenderse tratando
de cicatrizar la herida. Una poda excesiva puede llegar a matarlo. Lo que hace
que un árbol crezca es la copa con sus hojas, el tronco y las raíces que
absorben agua y nutrientes. Si se seca la copa le quitan la maquinaria de
crecimiento. Deben podarse las ramas finas, la poda de ramas gruesas puede
producir desgarros y heridas importantes.
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