viernes, 1 de febrero de 2013


APRENDAMOS DEL ASADO   

El 27 de diciembre de 2012 se realizó un brindis para dos mil empleados del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Se realizó en un lugar tan particular como el Espacio de la Memoria que funciona en el predio de la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). El motivo de la convocatoria era despedir el año y el balance de lo realizado por ese Ministerio y aprovechar la oportunidad para presentar el plan estratégico para el período 2012-2015. El hecho de acompañar la reunión con chorizos y
hamburguesas asadas en el mismo lugar despertó una reacción inmediata por la sociedad en general. Hasta aquí el relato descriptivo del acontecimiento. Fue el lugar de detención y exterminio de miles de personas que disentían con el gobierno de facto que ocupaba la jefatura de Estado en esos tiempos. Lucha de argentinos contra argentinos. Las ideologías separaban y enfrentaban a los seres humanos hasta el límite de matarse entre ambos bandos con un odio feroz. Como puede leerse “un asado en la ESMA”. Es simplemente eso? Una reunión de empleados de una institución de gobierno determinada, y se acompaña con alimentos que  fueron cocinados en una parrilla. Esto tomó estado público en esta oportunidad, pero se han llevado a cabo otras actividades de un tenor parecido. Como los ensayos de Fuerza Bruta, algunos recitales, la cocina de Hebe, plenarios de la Cámpora. Porque irritó tanto lo que sucedió el 27 de diciembre? Las primeras voces, y las más autorizadas son las de los que estuvieron detenidos en el lugar y sobrevivieron y las de los descendientes de los que fueron asesinados en su paso en esas instalaciones.
NUNCA MÁS deberíamos enfrentarnos entre los argentinos de la manera que ha ocurrido tantas veces en nuestra historia. Es hora que entendamos y tengamos MEMORIA, podemos tener ideologías encontradas pero la solución no es eliminar al otro.
Debemos aprender, DE UNA VEZ POR TODAS, a debatir, dialogar, consensuar y llegar a conclusiones racionales por el bien de todos. EL BIEN COMÚN. Ese es el objetivo por el cual los dirigentes políticos tienen que trabajar.  Se oponen al otro para dañarse mutuamente y los ciudadanos, miramos desde el llano, como, aquellos que tendrían que conducirnos hacia el crecimiento, nos llevan a la destrucción como nación y como sociedad.                                            

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