Por Francisco Grillo
Hoy un juramento, mañana una traición, amores de estudiante flores de un día son...Hace muy poco el gobierno consiguió, con el apoyo de la oposición, la promulgación como ley del proyecto para liquidar la deuda con los holdouts. Prometedor,resultaba entonces el accionar de los representantes del pueblo. Unidos para favorecer una decisión conveniente para el país. Volvimos a priorizar los intereses partidarios con la ley antidespido y el sentimiento por la Argentina se convirtió, como los amores de estudiante, en flores de un sólo día. Cada cual atiende su juego.
Por supuesto, para todos los temas, existen diferentes miradas. Ese es el juego de la democracia. Todo vale cuando se supone buena la intencionalidad de los que expresan sus convicciones. Hay cosas que, a veces, resultan difíciles de racionalizar. Es indudable, nadie puede discutir que el sinceramiento de la economía ha producido una disminución fuerte del poder adquisitivo. Por ese lado hay que buscar y reclamar equilibrar la relación precios-salarios. Pero con relación al hecho de calificar a la actualidad ocupacional como en estado de emergencia por una supuesta ola de despidos es un poco exagerado. No decimos esto relativizando a los despidos. Poner el foco en priorizar la estabilidad laboral es una prioridad. La pérdida del trabajo es una condición angustiante y preocupante. A veces las soluciones simplistas, aunque parezcan defender al trabajador, se vuelven en contra. Por un lado, el gobierno, convencido de que es una medida inútil ante la emergenciay su efecto sería inverso, decide vetarla, porque entiende que sería totalmente opuesta a su plan de gobierno. Su apuesta para activar la productividad, las fuentes de trabajo, las obras públicas y la economía, se sustenta, principalmente, en la llegada de las inversiones. Para su proyecto de país es indispensable que esto ocurra para reactivar las variables de crecimiento y disminuir el deficit fiscal, la inflación, la desocupación y la pobreza. Por el otro lado el FPV con un dictamen aprobado con amplia mayoría en el Senado exigiendo su aprobación en Diputados, como en los viejos tiempos, sin tocar una coma. En el medio Sergio Massa con su propuesta incluyendo beneficios interesantes en beneficio de las Pymes pero muy onerosos para el erario público manteniendo la doble indemnización. Luego de largas negociaciones entre el Frente Renovador de Massa y el Pro no llegaron a un acuerdo para que el oficialismo apoye el proyecto propuesto por Massa porque no acordaron realizar los cambios sugeridos por Macri. Esto consistía en bajar el costo que representaba para el gobierno el paquete de medidas para las Pymes (El impacto era de $ 50.000 millones). El otro punto fue la doble indemnización. Entonces el Pro, prefirió dejar que salga la ley del FPV para vetarla como lo hizo en el acto de reapertura de la avícola Cresta Roja. Massa, junto a la oposición, casi en su totalidad, se inclinaron por la ley antidespido para proteger la continuidad laboral de los trabajadores por el término de 180 días y de la doble indemnización. Cada uno atendió a su juego, a sus intereses partidarios. Mucho tiempo perdido, poco consenso y negociaciones infructuosas para una ley que se sabía de antemano que sería vetada. Fue como una pulseada para medir fuerzas sin tener en cuenta que el país y los ciudadanos necesitan resolver infinidad de temas para crecer y avanzar. No es la primera vez que este tipo de ley se propone para encuadrar conflictos laborales. Transcribimos como decidieron el tema otros presidentes en otras oportunidades.
Declaraciones y antecedentes frente a leyes similares
Arturo Illia: (1966) Vetó 60 artículos de la Ley sobre despidos que le proponían. Y calificó como "El mayor acto demagógico”.
Juan D. Perón:(1974) legisladores sindicalistas presentaban un proyecto para aumentar las indemnizaciones y fijar cláusulas de estabilidad. Lo consultaron a Perón quién, a mano, corrigió el texto eliminando todo tipo de cerrojo y dijo: "Quiero una ley que proteja a los trabajadores, no que destruya las empresas".Cristina Kirchner: (2002) Como senadora, votaba en contra de la indemnización doble cuando el gobierno de Eduardo Duhalde impulsaba la Ley de Emergencia Pública y de Reforma del Régimen Cambiario. Cristina Kirchner: (2010) "Dije que no iba a tomar ninguna de esas medidas, que objetiva y exclusivamente sonaban muy bien, que iba a estar toda la sociedad de acuerdo, pero que iba a tener efectos totalmente opuestos a los objetivos que perseguíamos. Lo único que va a hacer es asustar al capital, que es lo más asustadizo que hay. Vamos realizar acuerdos sector por sector, actividad por actividad para lograr que no nos despidan gente".Mauricio Macri: (2016) "Cuando esa ley existió no se creó empleo sino por el contrario, y si se aprobara una nueva ley similar se retrotraen las inversiones empresarias, precariza a la gente, detiene el crecimiento y crece el empleo en negro".
Cuatro presidentes que casualmente coinciden en sus declaraciones y actuaciones ante proyectos de similares características. Es llamativo el caso de Cristina que cambió su enfoque después de concluir su mandato. Dos peronistas, un radical y uno del Pro.Un mismo razonamiento sobre igual tema durante el ejercicio de la presidencia de la República Argentina. ¿Cómo lo hubieran resuelto en esta oportunidad?
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