El Director de Vi11as realizó un reportaje a Carlos Guzzini Presidente
de la Junta Comunal 11, el cual graficamos en la siguiente nota.
1-
En la Comuna 11 fue
Director del Centro de Gestión designado por el Jefe de Gobierno de la Ciudad,
y desde el 10 de diciembre pasado Presidente de la Junta Comunal (cargo electo
por los vecinos), percibe la diferencia en su gestión?
CG.- Si por
supuesto hay una gran diferencia: En primer lugar la responsabilidad es
diferente porque mientras fui Director
General dependía del Jefe de Gobierno, en cambio ahora solo dependo de hacer
las cosas bien hasta que los vecinos decidan nuevamente quien conducirá la
comuna.
Hoy
la conducción de la comuna está a cargo de un cuerpo colegiado compuesto por siete miembros entre los cuales tenemos que
consensuar y que yo presido. Como tal,
la ley me otorga la administración general, que demanda un tiempo importante.
También representar legalmente a la comuna
e integrar el consejo de coordinación comunal. Todas ellas, responsabilidades que demandan
mucho estudio, mucho tiempo y un gran desgaste, porque actualmente se está definiendo el futuro de
las comunas. Tanto la constitución de la Ciudad como la Ley no definen con
claridad muchas cuestiones y hay que generar las reglas y los criterios.
2-
Si bien como
Presidente de la junta comunal ejerce la representación y administración,
siente el apoyo de los demás juntistas de su bloque?
CG.-Mi bloque está
compuesto por Alejandra Viviani, que es parte de mi equipo desde hace mucho
tiempo, militamos en el espacio de Cristian Ritondo, nos conocemos y pensamos
muchas veces parecido, tiene una gran personalidad y cuando no está de acuerdo
me lo manifiesta con mucha vehemencia. Julio Goitia que viene de la UCR y
milita en el espacio de Diego Santilli, otra gran persona. Y Graciela Valdez
una persona muy sensata y trabajadora con fuertes convicciones. Todos estamos
muy comprometidos en el proyecto de Mauricio Macri y por lo tanto todas
nuestras intervenciones son constructivas. Concretamente me siento muy
acompañado por nuestro bloque.
3-
Existe consenso en los bloques opositores de
la junta en la atención y solución de los problemas vecinales, o priman las
mezquindades políticas?
CG. No hablaría de mezquindades políticas si no de
diferencias. Existen esas diferencias, en las reuniones de juntas se
manifiestan y por su puesto se quieren hacer conocer, algo muy válido, ya que
por alguna razón pertenecemos a diferentes partidos políticos, y como tales
queremos hacer llegar a la sociedad cual es nuestro pensamiento. Pero, tenemos
límites que están dados por las realidades, las posibilidades de hacer y
de acuerdo a esto todos debemos dar respuesta a nuestros vecinos. Cualquier
exceso o mezquindad, repercutiría en nuestra credibilidad, por consiguiente,
hay predisposición a lograr acuerdos. La mayoría vivimos en la comuna, todos
queremos lo mejor para nuestros barrios.
4-
Ve apropiado el marco
regulatorio de la Ley de Comunas 1777, o considera que la práctica requiere
algunas reformas legislativas u operativas?
CG. Hay que trabajar, como
dije anteriormente. A medida que se vayan consolidando las autoridades
comunales, sus facultades exclusivas como las concurrentes, habrá que realizarlos en el marco del Consejo Consultivo
Intercomunal. Y, creo que al final será
necesario proponer alguna reforma a la Ley 1777 de Comunas.
5-
A su criterio, ¿Cuáles son las causas que
impiden llevar a cabo plenamente y en plazos más rápidos la concreción de la
descentralización comunal?
CG. En otros países la descentralización completa
en un contexto parecido al nuestro han llevado más de diez años, creo que
nosotros en ese sentido vamos bastante bien. Algunas cosas se dan más rápido
que otras pero hay voluntad del ejecutivo central en acompañar este proceso; por lo que creo que en dos o tres años
estaríamos haciéndonos cargo de la mayoría de las competencias exclusivas. De
todos modos, la telaraña burócrata, el sistema, los gremios y como dice el
dicho quien es más papista que el Papa van demorando el proceso de
descentralización, pero confío que nuestra capacidad de negociación hará que
los plazos sean lo más razonables posibles.
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